Las 11 Características de las personas resilientes

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Cuando hablamos de las personas resilientes nos referimos a aquellos personas que tienen ese don especial para afrontar las situaciones menos favorables, adaptarse a las mismas, y salir fortalecidas.

En este otro artículo sobre resiliencia abordamos con mayor detalle qué es la resiliencia, qué tipos de resiliencia existen, beneficios de una persona resiliente y ejemplos sobre la resiliencia.

¿Cómo puedes saber si eres una persona resiliente?

Sencillo.

A continuación abordaremos las características de una persona resiliente para que puedas analizar y reflexionar con cuáles ya cuentas y qué otras necesitarías incentivar para mejorar tu capacidad de salir bien librado, o bien librada, de las tragedias.

1. Se adaptan al cambio

Son como los camaleones: flexibles. Saben adaptarse a lo que ocurre en su entorno. No le temen al cambio ni a la crisis puesto que ya han librado la batalla con éstos en múltiples ocaciones y saben que, incluso, pueden traer más oportunidades que dificultades.

Siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas y no se aferran a sus planes iniciales.

Ponen su energía en comprender cómo pueden salir de la situación que les causa conflicto.

Las personas resilientes no se preguntan «¿por qué a mí?», sino «¿para qué a mí?» y «¿cómo saldré de esta?»

2. Son perseverantes

Si algo no sale como esperaban, perseveran y son fieles a sus metas a pesar de las dificultades.

Encuentran esa motivación intrínseca para no rendirse ni renunciar a lo que quieren.

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3. Propician la autoestima y autoconfianza

Creen en sí mismas. Confían en su valor como personas y en su capacidad para superar las dificultades.

Aquello que pensamos y nos decimos a nosotros mismos termina convirtiéndose en realidad. Así que si crees que podrás salir adelante de una tragedia, así será.

El tener una buena autoestima te permite sobrellevar la envidia y la crítica de los demás, y no dejarte vencer por la misma.

La capacidad de las personas resilientes para salir victoriosas no reside en lo que los demás opinen de ellas, sino en el conocimiento que tienen de sus propias capacidades; lo cual nos lleva al siguiente punto:

4. Incentivan el autoconocimiento

No sólo creen en sí mismas, sino que también se conocen con gran detalle. Saben cuáles son sus fortalezas y debilidades.

Y, al conocerse mejor a sí mismas, pueden darle nombre a sus emociones e identificar si sienten rabia o enojo (emociones poco saludables) para hacer algo al respecto y canalizarlo cuanto antes.

De hecho, se ha demostrado que, entre mayor sea el conocimiento que tengamos sobre nosotros mismos, mayor será nuestra capacidad de resiliencia. 

Una buena manera de incentivar el autoconocimiento es a través de la reflexión y la introspección.

5. Alimentan su inteligencia emocional

Muy de la mano de las capacidades anteriores, las personas resilientes poseen la habilidad de comprender y controlar sus emociones y los impulsos derivados de éstas.

Cuando se tiene un mejor equilibro emocional ante situaciones desfavorables, se puede soportar mejor el dolor, el estrés o la presión.

No tratan de controlar las circunstancias, sino sus emociones.

«Si no puedo cambiar la situación, puedo elegir cómo reaccionar a la misma.»

Una persona resiliente no trata de ocultar o negar que se siente triste o enojada, más bien, integra esa emoción y decide cómo la canalizará o qué hará con la misma.

6. Poseen un optimismo realista

Sé lo que estás pensando: sería inhumano sentirnos felices cuando perdemos a un ser querido, por ejemplo.

¿Cómo se puede ser optimista ante algo así?

Sí. Entiendo tu punto.

Pero cuando una tragedia ocurre en nuestras vidas tenemos dos opciones, no más:

1. Victimizarnos y dejar que esa desgracia defina nuestra vida.
2. Decidirnos a enfrentarla con todo lo que ésta conlleve y seguir viviendo de la mejor manera.

Así que cuando nos referimos a este “optimismo realista” hablamos de una visión positiva, quizá no del evento desafortunado en sí, sino del futuro que vendrá después del mismo. 

“Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca debemos perder la esperanza infinita” –Martin Luther King

Este optimismo realista también debe verse reflejado en lo que pensamos; porque lo que pensamos, sentimos. Y si tus pensamientos permanecen negativos, se desencadenarán emociones negativas que no harán nada más que empeorar la situación.

Esperar lo mejor no significa que siempre ocurra el resultado que esperamos, sino que entendemos que, pase lo que pase, habrá una lección o una experiencia detrás. Una oportunidad de convertir la adversidad en crecimiento personal.

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“Cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no a favor de él” –Henry Ford

Ante todo infortunio, las personas resilientes siempre intentan tomar lo mejor y se preguntan: ¿bueno, y qué puedo aprender de esto?

Un ejemplo que me gustaría resaltar en este sentido son los funerales en Irlanda, en los cuales, después de la ceremonia de entierro; los asistentes se van a un bar (mejor conocido como pub) y relatan las buenas anécdotas que vivieron con la persona fallecida. En lugar de encerrarse en el dolor, buscan recordar todos esos instantes memorables y divertidos que vivieron a su lado.

7. Toleran la incertidumbre

Una de las principales fuentes de estrés y tensión es el deseo de poder controlar todos los aspectos de nuestra vida. Pero esto es algo imposible.

Y por esta razón, resulta fundamental poder soportar momentos de incertidumbre en los que simplemente desconocerás el desenlace y no podrás controlar lo que pase. Pero recuerda que el único poder que sí tendrás es el de cómo vas a reaccionar ante lo que ocurra.

8. ¡Son creativas!

 

¿Qué tiene que ver la creatividad con la resiliencia?

¡Pues sí! Son dos cualidades que se complementan bastante bien.

Las personas resilientes son capaces de ver los problemas de la vida de diferente forma y buscar soluciones ingeniosas para los mismos.

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Por ejemplo, una persona resiliente no intentará pegar el jarrón roto –pues es consciente de que nunca volverá a ser el mismo–. Más bien, buscará hacer un mosaico con esos pedazos y convertirá la experiencia dolorosa en algo bonito o útil.

De lo ruin, es capaz de encontrar la manera de hacer algo precioso. ¡Eso es creatividad!

9. Valoran la amistad

Las personas resilientes valoran y cultivan sus amistades, rodeándose de personas que tienen una actitud positiva ante la vida.

Buscan la forma de cimentar una comunidad de apoyo que podrá sostenerlos en los momentos más difíciles.

Nutren su vida con lazos afectivos de colaboración porque son conscientes de lo importante que puede resultar el apoyo social para superar tragedias.

No se encierran en sí mismas y saben que ante cualquier suceso traumático, pueden acudir a algún amigo, familiar, o especialista.

Aislarnos no nos sirve de nada porque siempre crecemos en relación a los demás.

10. Son empáticas

La empatía supone la capacidad de ponernos en los zapatos de la otra persona y comprender cómo se siente.

Es un hábito resiliente el entender cómo se siente la otra persona cuando estamos enfadados por algún acontecimiento ocasionado por la misma. Esto nos permite reaccionar de una forma mucho más prudente.

Además, en línea con la característica anterior, cuando somos empáticos, esta práctica constante de dar y recibir afecto en las relaciones con los demás, incrementa nuestra red de apoyo.

11. Son autónomas

Saben cimentar su autonomía y esto hace que puedan salir adelante por sí mismas y no tengan que depender de nadie más.

Una cosa es que acepten ayuda de los demás, y otra –muy diferente– es que no puedan hacer nada por sí mismas sin el apoyo de alguien más.

Esta capacidad de autonomía les permite tener el control de sus emociones, acciones y decisiones: cuestiones fundamentales para encarar cualquier tipo de desgracia.

“La mayor gloria no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos” –Confucio

Incentivar en ti mism@ estas 11 características de las personas resilientes sin lugar a dudas contribuirá a que te conviertas en aquella persona que domina sus problemas, en vez de que éstos la dominen.

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