Si estás leyendo esta publicación seguramente te estarás preguntando si estás en el trabajo correcto, y esperas que las siguientes líneas te resuelvan esta incógnita.
Pero esa respuesta no la tengo yo.
Y antes de que pienses que fue una pérdida de tiempo haber llegado hasta aquí con la esperanza de encontrar esa luz divina que te revelara si debes renunciar o perseverar, quiero hacerte 5 preguntas que harán que tú mism@ puedas dar con la respuesta.
1. ¿Cómo te sientes al comenzar tu día?
Fuera de la terrible noticia que te dio la alarma de que ya terminaron tus preciadas horas de descanso, ¿con qué actitud inicias el día?
El primer indicio de que no estás content@ en el trabajo es esa sensación de querer hacer TODO, menos ir a trabajar.
Y no me refiero a sentir flojera como tal. Es una sensación mucho más fuerte. Casi casi que, si pudieras pagar por no ir a trabajar, lo harías. A ese grado.
Vas camino al trabajo pensando en lo tedioso que será el día, en los problemas que puedan surgir, en la mala onda que te van a tirar… Y esto es absolutamente todos los días, no sólo en ciertas ocasiones, como ocurre en cualquier trabajo.
2. ¿Por qué estás en tu trabajo actual?
¿Es porque te pagan bien o porque el nombre de la empresa le dará un plus a tu currículum?
¿Es porque promete un buen crecimiento profesional?
¿Es porque te gusta lo que haces en tu puesto o eres muy bueno/a en ello?
Recuerda que un trabajo bien remunerado no siempre es lo ideal, laborar en una empresa de renombre no necesariamente te hará crecer más, y así me podría seguir…
Encuentra un trabajo que te haga dar lo mejor de ti mism@, donde remuneren justamente lo que haces y lo más importante: donde te apasione lo que haces.
Recuerda que talento y pasión es la mejor combinación para explotar todo tu potencial y, definitivamente, quieres un trabajo que considere estas variables.
3. ¿Es un buen complemento a tu vida?
Quiero que respondas con sinceridad: ¿Tu trabajo te permite dedicar tiempo a otras actividades que te hagan sentir pleno y feliz como persona?
Esos trabajos que todos consideran como “envidiables” en donde el puesto representa una autoridad en la compañía, la empresa es reconocida internacionalmente o el sueldo suena tan apetitoso que nadie podría rechazarlo, no necesariamente son los mejores. Créeme, te lo digo por experiencia.
A veces te saturan de chamba, y por más que leas todos los tips de productividad y time management habidos y por haber, no logras tener tiempo para hacer lo que realmente te saca sonrisas, para convivir con quienes más aprecias y para disfrutar las cosas maravillosas de la vida.
Esos trabajos que no te hacen sentir pleno, paguen lo que paguen, no valen la pena…
Cuando comienzas a sentirte irritado por todo, cuando descuidas ciertos aspectos de tu vida, cuando todo te pone de malas… es cuando debes poner un alto en tu vida y preguntarte: ¿ese trabajo vale tanto como para descuidar lo que me realmente es importante para mi persona?
Recuerda que trabajos hay muchos, y si realmente tienes potencial y eres perseverante, no habrá mayor problema para encontrar otro que te permita tener un balance de vida y ser feliz en compañía de los que más quieres.
Pues al final de cuentas, lo que tendrá mayor valor en la vida son los buenos recuerdos de los momentos que viviste, no los buenos sueldos o halagos que recibiste, ni los nombres de empresas que en tu currículum incluiste.
Si consideras que tu trabajo actual te está consumiendo, te recomiendo leer este libro* (que por cierto, se trata de un best seller):
«La Semana Laboral de 4 horas» de Tim Ferriss, te enseñará cómo aplicó los principios de un olvidado economista italiano para pasar de generar 40,000 dólares al año trabajando 80 horas a la semana, a ganar 40,000 dólares al mes trabajando sólo 4 horas a la semana.
4. ¿Saca tu mejor o tu peor YO?
Esta es una pregunta clave. Un buen trabajo será aquél donde, a pesar de toparnos con retos u obstáculos, contribuya a que seamos mejores personas día con día.
Trabajar no es algo fácil (y si sí, pásame la receta). En todos los trabajos hay complicaciones.
Nos encontraremos con personas a las que nos les encantemos del todo, hay inconvenientes que nos darán dolor de cabeza, en ocasiones nos equivocamos y nos llaman la atención, etc. Pero recuerda que todo eso enriquece tu experiencia profesional, te hace más conocedor en tu campo y te prepara para afrontar nuevos retos.
Tienes que ser muy objetiv@ con esta pregunta y no te dejes ir por la primera respuesta que venga a tu mente.
Si con el tiempo has notado que ese trabajo te ha convertido en una mejor persona, mucho más preparada y capaz, y lo más importante de todo, MÁS FELIZ Y PLENA, ¡enhorabuena!
Si, por el contrario, consideras que está sacando tu peor yo y todos los días son un verdadero martirio, comienza a buscar una opción b, EN CUANTO ANTES.
5. ¿Le encuentras sentido a lo que haces?
Encontrarle sentido a lo que haces puede cambiar la perspectiva totalmente.
Ver que lo que estás haciendo tiene un impacto positivo en la compañía Y EN EL MUNDO, es esencial para sentirte motivad@.
¿Eso sucede con tu trabajo actual?
Cuando tu trabajo te inspira es porque está contribuyendo a que seas mejor persona, no sólo en el ámbito laboral, sino también en el personal.
Así que asegúrate de estar en un trabajo en el que cada día desarrolles nuevas habilidades o potencialices tus talentos.
Un trabajo en el que te superes constantemente, en el que no dejes de crecer, en el que tu potencial no tenga límites.
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida.” –Confucio
Y bueno… ¡Llegó el momento de la verdad!
¿Responder a estas preguntas te ha dado una pista sobre si estás en el trabajo correcto?
Si es así, ¡en verdad me alegro por ello!
Pero si no es así, mi mejor consejo es que no dejes de buscar un trabajo que te haga sentir pleno de verdad.
Y si todavía te queda algo de duda sobre si debes renunciar a tu trabajo actual, este episodio de mi podcast es 100% para ti: ¿Deberías renunciar a tu trabajo? ¡Resolvamos tu incógnita!
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2 comentarios
La verdad es que estar en un trabajo que realmente te guste hace todaaa la diferencia! Solo que q veces es difícil dejarlo por la incertidumbre de encontrar algo más
Hola Óscar, gracias por comentar. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Se necesita valentía al inicio, pues nada de lo que vale la pena se consigue fácil, pero ya verás que cuando cerramos una puerta se abre otra con nuevos retos 😉