9 Consejos para un Matrimonio Feliz

Estamos de vuelta en este blog precioso que tanto quiero y el post de hoy es algo diferente a los que verás en blog, no sólo por la temática cursi, sino porque por primera vez no tuve que consultar fuentes bibliográficas o electrónicas –lo cual admito sentir un peculiar y culposo alivio. Sí, a veces es muy refrescante la escritura, tú sabes, como más espontánea. 

Pero ni tan espontánea porque mi fuente primaria terminó siendo la experiencia de las personas que le brindaron excelentes consejos de matrimonio a una de mis mejores amigas en su despedida de soltera –que por motivos de la cuarentena, terminó siendo por Google Meet.

Aunque yo todavía estoy (unos pocos o muchos) años atrás de la posibilidad de “contraer matrimonio” –como se diría formalmente–, la purita verdad es que me encantaron los tips que compartieron otras amigas mías, así como las hermanas y amigas de la suegra de mi amiga, quien la organizó. 

“Algún día de estos me serán MUY útiles”, pensé. Y como no me permito olvidar nada que me pueda ser útil en un futuro, o que le pueda servir a mis lectores, saqué mi laptop y me deje ir como gorda en tobogán con estos tesoritos que te pueden servir a ti o a algún conocido que esté por casarse, iniciando su matrimonio, o que ya tenga varios años de casado con esa personita especial que eligió para compartir sus ronquidos, digo, su vida. 

Estas sabias palabras provienen 100% de la experiencia de mujeres que están comprometidas, otras que se acaban de casar y otras que llevan años de casadas. Así que, si me permites presumirte, digamos que se tuvo una “muestra representativa” en esta emotiva despedida digital.

No se diga más: ¡comencemos!

1. Respetar a tu pareja 

“Puede haber respeto sin amor, pero no puede haber amor sin respeto.”

¡Uf! Esas fueron tal cual las palabras de una de las invitadas y la verdad es que a todas nos dejó pensando…

Ella decía que cuando se pierde el respeto en una pareja, no hay amor. El respeto es esa joyita que no se puede perder, porque cuando se pierde, todo lo demás empieza a caer; poco a poco, o de un instante para otro.

2. Admirar a la otra persona

En línea con el consejo anterior, la admiración por el otro es lo que nos lleva a respetarlo(a). Otra de las invitadas decía que pensáramos en qué es aquello que admiramos del otro, aunque sean cositas mínimas, y siempre tenerlas bien presentes.

«Acuérdate de todas y cada una de las razones por las que, en tus cinco sentidos, aceptaste casarte con él o ella.” –complementó esta amiga. 

Este mismo punto de vista ya lo había escuchado de otra amiga que conocí en mi primer trabajo y también de un psicólogo que impartió un curso de liderazgo en otro de mis (múltiples) trabajos… Coincido que admirar a la otra persona es una de las cosas más bonitas que puede haber, ya que equivale a RECONOCER la genialidad, el valor y la grandeza que hay en la otra persona. A ver, dime con toda sinceridad: ¿puede haber algo mejor? 

Y si me ventilo un poco, personalmente me he dado cuenta que, en mi caso, esto ha terminado siendo el aspecto MÁS importante. No me puedo imaginar compartir la vida con alguien a quien no admire ni vea con ojos de estrellita: 🤩

Poder aprender cosas valiosas de la otra persona que sumen a tu vida y te hagan mejor persona es algo que simplemente no tiene precio.

3. Realizar actividades que ambos disfruten

Otro de los súper tips que le dieron a mi amiga fue encontrar hobbies, aficiones y cosas que les guste hacer en pareja como cocinar, bailar, salir a caminar, ver una película, comer, etc.

Una platicó que no le gustaba cocinar antes de casarse (cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia), pero que cuando cocinan juntos, el hecho de pasar ese momento con su pareja hace que lo disfruten ambos. 

3. El humor barre todo lo malo

Dos de las invitadas coincidieron en que el sentido del humor es clave para mantener una relación sana, siempre fresca y libre de malas vibras.

El humor aligera las tensiones que se pueden generar en el matrimonio, dándole un toque fresco y espontáneo a la relación. Donde hay humor y la pasas bien, no te quieres ir, ¿cierto?

Cuando hay buen humor en un matrimonio es más fácil convivir con el otro. Piensa cómo sería vivir contigo mismo, y si no es divertido para ti, pues… tampoco lo será para la otra persona.

Y, ahora que lo recuerdo, las parejas que más admiro por llevar digamos que BASTANTES años de casados, ambos tienen un muy buen sentido del humor; así que algo tendrá de válido este consejo 😉

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4. Ajustar las tuercas y ser paciente

Otra de las invitadas, recién casada, destacó que los primeros meses de matrimonio son algo difíciles porque si no habías vivido antes con la otra persona, se experimenta un proceso de adaptación en el que “es como si se ajustaran dos tuercas para que embonen” y en cual se sigue aprendiendo de la otra persona día con día. 

“Cada día es como si abrieras una nueva página de un libro. A veces te gusta lo que ves, y a veces no” –señaló.

5. Tener puentes de comunicación

Más de una de las que asistieron a la despedida le recomendaron a mi amiga que no se guardara las cosas y que todos los aspectos que le provoquen disgusto, malestar o duda, los hable antes de que se acumulen en su cabeza y “explote la bomba” –incluso aunque sean detallitos mínimos o que parezcan insignificantes.

En este sentido, una dijo que nunca diera nada por sentado: todo debía hablarse o preguntarse en lugar de juzgar en la mente el comportamiento del otro. Hay que darle el beneficio de la palabra (y no de la duda), porque sólo así se conocen y se entienden mejor el uno al otro.

En cuanto a este consejo, me imagino que debe ser difícil hablar de cómo se siente uno y ponernos en ese estado vulnerabilidad, pero me queda claro que guardárnoslo y dejar que poco a poco dañen la relación, tampoco es el mejor camino.

Además, se pueden hablar la cosas con tacto y empatía. Siento que igual es mucho de ser asertivo y encontrar la manera correcta de decir las cosas, ¿no?

«Sólo donde hay un puentes de comunicación el amor puede fluir libremente… «

En sintonía con esto, también se mencionó la importancia de estar al pendiente del otro con mensajes, llamadas y conversaciones constantes, es decir, hacerle saber a tu pareja diariamente que ahí estás. Aunque no lo creas, eso significa mucho. 

6. Entender el lenguaje de amor de tu tortolito

Otra amiga dio un tip que me pareció brillante. Consiste en el hecho de que cada miembro de la pareja tiene su propio “lenguaje de amor” de lo que para él o ella son “demostraciones de amor” y muchas veces éstas consisten en detalles super pequeños como que un esposo ayude a su esposa a limpiar la casa, o que la esposa le brinde palabras de afirmación a su marido. 

A veces son los DETALLES más simples los que generan los resultados más grandes en un matrimonio. El truco –si se puede decir de alguna forma– es saber cuáles son estas acciones que a tu pareja le reafirman el amor que sientes por él o ella. 

¿No te encantó esta idea de conocer el lenguaje de amor del otro y “hablarlo”? En lo personal, se me hizo muy innovadora y acertada porque a veces nos gusta suponer que lo que para nosotros es amor, también debe serlo para la otra persona, y lo interesante es que rara vez es así.

¡Eureka!

7. Mantener lo que te hace único y no dejar de ser tú mismo

Bueno, este fue el que yo –con todo y mi super nula experiencia en este ámbito– le di a mi queridísima amiga de la infancia. Se me hace absurdo ver casos en los que las personas se obligan a cambiar y sacrifican lo que les gustaba hacer cuando se cazan con su prometido(a). ¡No tendría por qué ser así!

¿Renunciar a lo que eres y a lo que amas, es amor? Pues no si eres de los que, como yo, piensa que una pareja debe sumar y no restar.

No sé de dónde lo saqué o cómo se me ocurrió pero terminé diciendo algo así cómo:

“No se trata de ser su otra mitad, tú ya eres la naranja COMPLETA y él es una fresa, y los dos, como frutas, se llevan muy bien”.

En realidad no sé si alguien de las presentes entendió lo que traté de decir (o si sólo sonó como una explosión frutal) pero lo que quería darles a entender es que los dos deben estar completos y siempre sumarle uno al otro. 

“Hagan más de lo que los haga felices a cada uno y déjense ser el uno al otro” –fue como concluí mi especial consejo, no sin antes dejarle claro que siempre sea sí misma porque eso es lo que la hace especial (ya tú sabes que me encanta todo esto de la autenticidad y la unicidad).

8. Pasar tiempo de calidad

Otra consejazo producto de esta reunión que hay que sacar a relucir es que suele pasar con frecuencia que el ritmo de vida tan acelerado que vivimos y el entorno laboral tan competitivo que caracteriza la actualidad, han hecho que las parejas descuiden el tiempo que solían pasar juntas. Por esta razón, es importante establecer formalmente un momento a la semana para convivir en pareja.

Este espacio de tiempo debe estar literalmente agendado en el calendario, pues si no es así , para qué nos hacemos, ¡se olvida!

9. Nunca dejar de ser amigos

Y cerramos esta recopilación empírica de consejos matrimoniales con un consejo –no menos importante– que me pareció muy bonito:

“Además de ser pareja, sean amigos, porque los amigos duran para siempre”.

Creo que este consejo es lo suficientemente lindo como para tratar de complementarlo con más palabras, ¿no crees?

Pero bueno, ¿cómo ves? Estos fueron los 9 consejos para un matrimonio feliz que aprendí hoy y que sé que siempre estarán en mi blog para cuando quiera consultarlos tanto yo como otras personas maravillosas como tú que me estás leyendo en este momento.

Comparte este post con alguien a quien le pueda servir y por favor no dejes de platicarme en los comentarios de la publicación qué consejos fueron tus favoritos y cuáles agregarías tú 🙂

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