¿Tienes una decisión importante que tomar y estás algo indeciso(a)? Si es así, estás en el lugar correcto.
A diario tomamos una infinidad de decisiones, la mayoría de éstas son muy simples como decidir qué camino tomar al trabajo, qué vas a comer, qué vas a hacer en la tarde, etc. Lo que elijas sobre estos aspectos puede que no genere cambios tan significativos en tu vida, pero hay decisiones que si tienen un mayor impacto en nuestras vidas y es importante no tomarlas a la ligera…
Aunque no hay una fórmula perfecta que sea 100% acertada para tomar decisiones, lo cierto es que existen una serie de aspectos que nos ayudan a pensar mejor las cosas desde un nivel lógico y racional.
Para bien o para mal, casi todo lo que sucede en nuestra vida es resultado de nuestras propias decisiones.
¿Inconforme con tu trabajo? Tú aceptaste esa propuesta de trabajo o decidiste seguir ahí.
¿Inconforme con tu relación sentimental? Tú elegiste a esa persona.
¿Inconforme con tus ingresos mensuales? Tú elegiste conformarte con una sola fuente de ingresos y no buscar nuevas.
Tampoco se trata de sentirnos mal con lo que hemos decidido, más bien, de asumir cierta responsabilidad porque desde el momento en el que aceptamos que casi todo lo que ocurre en nuestra vida es el resultado nuestras decisiones, asumimos el poder de cambiarlo, lo cual es transformador, ¿no lo crees?
Hay una investigación muy interesante de Moran Cerf, profesor en la Northwestern University de Illinois, en la que se concluye que la felicidad tiene poco que ver con lo que tengas, con lo que vivas o con lo que pienses. Cerf explica que todo se reduce a una serie de decisiones que hay que tomar en algunos momentos clave de nuestras vidas.
Es por eso que en este artículo abordaremos 5 preguntas clave que te ayudarán a tomar decisiones más certeras e informadas que tendrán una mayor probabilidad de darte los mejores resultados.
La peor decisión que puedes tomar… es no tomar ninguna y dejárselo todo al azar porque aún suponiendo que hayas tomado la decisión incorrecta, al menos lo intentaste y aprendiste algo al respecto.
“A menudo cualquier decisión, incluso la decisión incorrecta, es mejor que ninguna decisión.” –Bishop T.D. Jakes
5 Preguntas para tomar mejores decisiones
Para hacer este ejercicio de journaling, agarra una hoja o una libreta y anota con tu puño y letra las respuestas a estas 5 preguntas que te ayudarán en la toma de decisiones importantes.
1. ¿Cuál es el resultado que más quieres en esa área de tu vida?
En esta pregunta lo que buscamos analizar son las prioridades que tienes para determinada área de tu vida, no tanto profundizar en las opciones disponibles, como lo haremos en el siguiente punto.
Por ejemplo, si estás buscando comprar una nueva casa y hay tres casas que te gustan y no has podido elegir por cuál irte, en este punto lo que analizarías es qué aspectos son más importantes para ti en la formación de un hogar o de una familia.
¿Te interesa que sea un lugar amplio?, ¿Qué tenga áreas comunes y amenidades?, ¿Qué esté en una zona que quede cerca de tus demás familiares y amigos?
Lo que queremos entender es qué aspectos son más importantes para ti en ese ámbito específico de tu vida.
En el aspecto amoroso, te preguntarías qué es lo que buscas en un/una compañero(a) de vida y ya después con eso podemos evaluar cada alternativa específica con base en esos criterios prioritarios, ¿me explico?
Así mismo, si te ofrecieron dos trabajos al mismo tiempo y los dos te parecieron buena opción y no sabes por cuál irte, en este punto te preguntarías: ¿Cuáles son tus prioridades en el ámbito profesional?, ¿Es más importante algo que te haga feliz o que te de más dinero?, ¿Que quede cerca de tu casa?, ¿Cuál de estos aspectos pesa más para ti?
Una vez que lo tengas claro, verás si alguna de las opciones entre las que te estás decidiendo se apega más al resultado que deseas en esa dimensión de tu vida.
2. ¿Cuáles son todas las opciones o alternativas que tienes?
Enlista todas las posibles opciones entre las que te tienes que decidir.
No te cierres a las posibilidades más lógicas y obvias que encuentres porque muchas veces hay más de un camino para llegar a cierto destino. ¡Hay que pensar fuera de la caja!
La mayor parte del tiempo la gente toma malas decisiones porque pensaron que tenían que decidirse entre A o B, cuando también pudo haber sido C. ¿Sabes?
Te voy a contar un caso personal para ejemplificar esto mismo. Yo me quería ir a vivir a Irlanda, un país que me encantó desde la primera vez que lo visité. Desde que puse pie en la isla, me propuse fijarme de meta regresar para vivir allí por un tiempo.
Yo pensaba que mis únicas opciones para hacer este sueño realidad eran A) venirme a estudiar una maestría y después conseguir un trabajo ahí, o B) como dicen mis compatriotas, irme de “mojada” y trabajar aunque fuera de forma ilegal. Definitivamente, mi decisión fue optar por lo más seguro, la primera opción.
Pero lamentablemente, a pesar de que hice todo lo que estuvo en mis manos, para no hacerte el cuento largo, nada más no se dio esto de la maestría… Así que olvidé mi sueño y seguí trabajando unos cuantos años en mi país de origen.
Pero un día me di cuenta que no tenía que ser A o B y que quizá habría más formas en la que pudiera establecerme en Irlanda. Así que hice una lluvia de ideas e investigué qué otras maneras me llevarían a cumplir ese mismo objetivo.
¿En que acabó la historia? Apliqué para un trabajo allá, me ofrecieron un puesto, y realicé todo el proceso legal para poder laborar en ese país en el cual viví casi dos años.
Así que no te cierres ni trates de decidirte entre las primeras opciones que vengan a tu mente. Trata primero de pensar fuera de la caja y expandir todo este mundo de posibilidades. Y hasta entonces, tomar una decisión.
3. ¿Cuáles son los pros y los contras de cada opción?
Ahora lo que harás es evaluar las ventajas y desventajas de cada una de las alternativas que mencionaste en la pregunta anterior.
Para cada opción, enlista todos los pros y contras que se te ocurran.
Ojo: esto no significa que, si una opción tiene más pros que la otra, esa deba ser la más conveniente. Debes ponderar qué pros son los más importantes para ti. Quizá cierta alternativa no tenga tantos pros, pero es la única que tiene los que realmente importan para ti, ¿me explico?
Lo mismo aplica con los contras: puede que haya una opción con un solo contra, pero ese contra es tan fuerte que de plano esa opción queda totalmente descartada para ti, aunque solo haya tenido una desventaja.
4. ¿Cuáles son los peores escenarios para cada opción?
Ahora, para cada opción pregúntate: “¿qué es lo peor que puede pasar?”
Verás que, en muchos casos, no es tan grave como creías… Y en los casos donde sí lo sea, pues es para repensarse y ver cómo podrías enfrentar tal situación si llegase a ocurrir…
Hacerte esta pregunta es útil porque enfrentas de antemano cualquier sentimiento de miedo o incertidumbre que tengas y ves las cosas desde una perspectiva más atinada.
5. ¿A quién o quiénes voy a impactar si me voy por esa opción?
Lo que suele pasar es que muchas veces nos centramos en nosotros mismos y pasamos por alto a las personas de nuestro círculo cercano que podemos llegar a impactar, tanto de forma positiva como negativa.
Por eso, este punto es fundamental, ya que cuando volteamos hacia atrás pensamos que quizá hubiéramos hecho las cosas diferentes de haber sabido que un tercero entraría en juego.
Así que piensa a quién o a quiénes estás involucrando en tu decisión.
¿Qué te dice la intuición?
Aunque una decisión pueda verse bien en papel y parecer lo más prudente para la razón, hay excepciones en las que hay que hacerle caso a esas corazonadas como lo explico en este artículo sobre la intuición que te servirá de guía. Ahí te platico cómo puedes visualizarte en cada opción y sentir si te da esa sensación de plenitud que se siente a nivel corporal.
Pero sin duda, estas cinco preguntas te ayudarán a ver las cosas con mayor claridad y a tomar en cuenta factores importantes que de otra manera pasarían desapercibidos.
Recuerda que casi todo lo que acontece en tu vida es resultado de tus decisiones y a través de éstas tienes el poder de crear la realidad que quieres vivir.
“No soy producto de mis circunstancias, soy producto de mis decisiones.” –Stephen Covey
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Platícame aquí abajo en los comentarios qué te ha parecido este ejercicio y si te ha servido para tomar decisiones 😉
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