Las creencias y excusas son asesinas de sueños. Son la barrera que hay donde estás ahora y donde quieres estar, entre la persona que eres y la que quieres ser.
¿Cómo es que a veces logramos exactamente lo que queremos pero otras nos cuesta trabajo?
¿Qué es lo que nos detiene para poder desempeñarnos de forma consistente a los niveles que somos capaces?
La respuesta es… ¡las excusas! Esas pequeñas mentiras que nos decimos a nosotros mismos y que limitan quiénes somos y qué logramos.
“Las peores mentiras son las mentiras que nos decimos a nosotros mismos.” –Richard Bach
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En vez de decir que no puedes hacer algo, admite que no lo quieres hacer
Marie Forleo explica la gran diferencia que hay entre decir que no puedes hacer algo a decir que no quieres o que no vas a hacer algo.
Piensa qué tan seguido la gente dice:
- No me puedo levantar temprano para hacer ejercicio cada mañana
- No puedo encontrar tiempo para escribir
- No la puedo perdonar por lo que me hizo
- No puedo tomar ese trabajo
- No puedo pedir ayuda
- No puedo pedir un aumento porque aún no soy lo suficientemente buena
- No puedo aprender esto porque no lo puedo pagar
Ahora, regresemos a los enunciados anteriores y reemplazamos el “no puedo” por el “no quiero” o “no lo voy a hacer”:
- No me voy a levantar temprano para hacer ejercicio cada mañana
- No quiero encontrar el tiempo para escribir
- No la quiero perdonar por lo que me hizo
- No quiero tomar ese trabajo
- No quiero pedir ayuda
- No quiero pedir un aumento porque aún no soy lo suficientemente buena
- No quiero aprender esto porque no lo puedo pagar
Y el problema aquí es que el 99% de las veces cuando decimos que no podemos hacer algo, en realidad y en el fondo la verdad es que no queremos hacerlo. No queremos ni estamos dispuestos a ponerlo en un plano prioritario ni hacer o sacrificar lo necesario con tal de lograrlo. Porque si en verdad quisiéramos, encontraríamos la manera.
“Quien quiere encontrará un medio, quien no, una excusa” –Proverbio árabe
Cuando dices “no puedo”, lo que ocurre es que te empiezas a comportar como una víctima sin poder alguno ante las circunstancias, como si no tuvieras control sobre tu propio tiempo, energía y decisiones. En otras palabras, no estás tomando responsabilidad sobre tu vida.
En cambio, decir que tú no quieres algo (o que no quieres poner el trabajo o sacrificio necesario para lograrlo) no te hace una mala persona o un flojo, simplemente, te hace una persona honesta.
Y además, cuando dices “no voy a” o “no quiero”, te sientes y te comportas con mayor poder porque te recuerdas que eres tú quien está a cargo de tus pensamientos y acciones. Eres tú quien determina cómo usas el tiempo y los recursos. Te sientes más vivo, energizado(a) y libre porque estás tomando total responsabilidad sobre el estado de tu vida.
Eres 100% responsable de tu vida
Siempre y en todas sus formas.
No lo son tus padres. No lo es la economía. No es tu esposo, esposa o tu familia. No es tu jefe. No son las escuelas a las que fuiste. No es el gobierno, la sociedad, las instituciones, o tu edad. Tú eres el responsable de lo que crees, de cómo te sientes y de cómo te comportas.
Y aclaro, esto no significa que seas responsable por las acciones de otros o las injusticias que te han ocurrido, más bien, eres responsable de cómo respondes ante éstas. La felicidad duradera sólo llega cuando tomas el control y responsabilidad total sobre ti mismo.
“Los mejores años de tu vida son los que decides que tus problemas son tuyos. No culpas a tu mamá, a la economía o al presidente. Te das cuenta que tú controlas tu propio destino.”
–Albert Ellis
Hay fuerzas externas, situaciones y cuestiones sociales que nos afectan a todos por igual. Pero lo que es importante entender es que no importa lo que haya ocurrido en tu pasado o lo que te esté ocurriendo ahora si no estás dispuesto(a) a tomar responsabilidad total de tu vida –la cual incluye tus pensamientos, sentimientos y conductas.
La actitud que tomas ante los hechos es más importante que tu pasado, que tu educación, que el dinero que tengas, que los fracasos y éxitos que te hayan marcado, que la opinión de los demás…
La actitud es aún más importante que la apariencia o talentos que tengas. Y la buena noticia es que tú eres quien decide con qué actitud afrontar cada día. Hay una frase que dice que la vida es un 10% lo que nos pasa y un 90% cómo reaccionamos a eso.
Quiero que sepas que tú tienes mucho más poder del que crees. Tu mente es una herramienta poderosísima que te permite moldear tu realidad.
Tan sólo piensa en algo que querías con todas tus fuerzas y que al final del día encontraste la manera de conseguirlo. Es como si un switch interior se hubiera encendido y de pronto comenzaste a ver más alternativas o recursos para poder lograrlo. Te comprometiste. Creaste resultados a pesar de que quizás no tuvieras el tiempo, la habilidad o los recursos que en un primer momento considerabas indispensables.
Si todos quisiéramos podríamos siempre encontrar algo que culpar por nuestra falta de resultados. Pero cada que te caches a ti mismo(a) diciendo una excusa, ¡no te la compres! No dejes que ninguna excusa rente un cuarto en tu cabeza o en tu corazón.
Hagamos algo: piensa en una persona que admires y en la que te gustaría convertirte…
¿Ya la tienes?
Pues esa persona no tiene ningún gen mágico. Simplemente, aprendió a creer en su poder innato. Y si esa persona pudo encontrar la manera de hacerlo realidad, ¡tú también!
Hay dos tipos de personas en este mundo: las que dan razones, y las que dan resultados” –Marie Forleo
Elimina las 3 excusas más comunes
Las 3 excusas más comunes para cumplir metas, objetivos y sueños son:
- Falta de tiempo
- Falta de dinero
- Falta de conocimiento y/o experiencia
¡Que comience la batalla!
Excusa #1. “No tengo tiempo”
¿Quién no se ha sentido sobresaturado de cosas que hacer en estos días? Estar muy ocupado(a) y crónicamente desgastado(a) se ha convertido en una epidemia cultural.
Todos tenemos las mismas 24 horas en el día. Sólo tú decides cómo usarlas.
Sí, es verdad: todos tenemos un trabajo. Y algunos tenemos múltiples trabajos, hijos, esposos o esposas, mascotas, padres, abuelos y problemas de salud. Y esto sin mencionar la gente que amas que tiene necesidades especiales, trabajo comunitario, transporte público (en el que no se puede confiar) y una lista interminable de proyectos y responsabilidades. Incluso con todo esto no te compres la mentalidad de que no tienes tiempo.
Cualquiera que sea tu horario o responsabilidades, no ocurrieron de la nada. Tu vida, incluyendo cómo utilizas tu tiempo, es un producto de las decisiones que has tomado. Para bien o para mal, has jugado una parte importante para estar donde estás y hacer lo que haces.
Para aclarar, esto no quiere decir que las dificultades con las que te enfrentas en estos momentos sean tu culpa. Hay una diferencia entre ser dueño de tus decisiones y culparte a ti mismo(a). Toda decisión tiene su precio. Y si eres dueño de tus decisiones y tomas la responsabilidad sobre cómo manejas tu tiempo, entonces adquieres el poder de cambiarlo.
Todo lo que haces, tú lo eliges: alimentarte, ir al trabajo, darle un baño a los niños, pagar impuestos, ver tal serie, leer un libro, etc. Todo es una elección, aunque no te des cuenta.
Marie Forleo tiene una máxima que es:
“Si es lo suficientemente importante, haré tiempo para ello. Si no, haré una excusa” –Marie Forleo
Es así de sencillo: encontrarás el tiempo para lo que importe más.
El autor motivacional Michael Altshuler decía:
“La mala noticia es que el tiempo vuela. La buena noticia es que tú eres el piloto” –Michael Altshuler
Debemos enfocarnos en la única cosa que podemos controlar en nuestra vida: nosotros mismos. Nuestros pensamientos. Nuestras creencias. Nuestros sentimientos. Nuestra conducta.
Recuerda: Nunca se trata de tener tiempo, sino de hacer tiempo.
Ejercicio práctico para eliminar la excusa “No tengo tiempo”
No puedes controlar lo que no mides.
Si de verdad quieres eliminar tus excusas de tiempo has esto:
Durante los siguientes 7 días (una semana) documenta cualquier cosa que hagas desde el momento en que te levantes hasta el que te vayas a dormir. No cambies tu rutina normal (porque el ego a veces trata de comportarse mejor para hacerte ver mejor en papel).
El objetivo principal de este ejercicio es entender precisamente cómo pasas tu tiempo. Necesitas tener una base sobre cómo estás utilizando el tiempo antes de que puedas darte cuenta cómo alterarlo a tu favor. No dejes ni un minuto sin documentar. Convierte en un obsesivo tomador de notas. Incluye cosas como preparar la comida, mensajear con tus amigos, pasear al perro, regar las plantas, etc.
Te garantizo que el beneficio de lograr entender cómo pasas tu tiempo es mucho mayor al esfuerzo que implicará esa semana.
La mayoría de nosotros no nos damos cuenta cómo y en qué se va nuestro tiempo o qué tanto tiempo gastamos en cosas que no tienen ninguna conexión con nuestros valores más profundos ni mueven la aguja hacia nuestros sueños más deseados. Y peor aún, los ambientes modernos están literalmente diseñados para distraernos, fracturar nuestro tiempo y robar nuestra atención.
El resultado que esperamos con este ejercicio es poder liberar al menos 2 horas al día.
Cuando registres tu tiempo presta especial atención al tiempo que pasas en:
- Redes sociales
- El internet en general (comprar en línea, scrollear en la sección de noticias, etc.)
- Preparar comidas
- Tráfico
- Televisión (sí, incluyendo Netflix)
- Reuniones
- Usar el celular para cualquier razón
Este último punto es especialmente importante porque no dimensionamos la enorme cantidad de tiempo que pasamos en el teléfono. Los americanos pasan alrededor de 5 horas al día en sus smartphones. Los smartphones –y sus aplicaciones– están psicológicamente diseñadas para ser sumamente adictivas.
Afortunadamente, hay aplicaciones como Moment que te ayudan a ver el tiempo que pasas en las distintas aplicaciones del celular.
Como ya lo mencionamos, la idea de hacer este ejercicio es poder liberar dos horas al día.
Cuando analices los resultados, probablemente tengas que tener algunas incómodas pero necesarias conversaciones contigo mismo, con tu familia, amigas o colegas de trabajo. Ya sea sobre cómo encontrar tiempo para ser más efectivo, delegar tareas, fijar límites, etc. Úsalo como una oportunidad para comunicar lo que necesitas y pedir el apoyo correspondiente.
A veces, incluso levantarte mas temprano puede ser la opción para ganar esas dos horas como lo explico en este otro video en el que hablo sobre las ventajas de madrugar:
Verás que el efecto acumulativo de reservar 2 horas diarias para trabajar en un objetivo o meta que sea significativa para ti alterará para bien la trayectoria de tu vida. Pero si no puedes liberar dos horas, y consigues por lo menos una, eso ya es ganancia.
El costo de oportunidad de perder tu tiempo
Cada vez que le dices “sí” a algo, significa que le estás diciendo “no” a otra cosa.
Por ejemplo: Si pasas 30 minutos al día en tu celular o en redes sociales esto equivale a 182.5 horas al año o bien, a 22 días de una jornada laboral de tiempo completo (8 horas). Con este mismo tiempo podrías haber aprendido cómo meditar, construido una nueva página web, lanzar un ingreso pasivo, etc.
El costo de oportunidad no es una broma. Toda decisión tiene un precio. Así que cada que le digas “sí” a ver otro video gracioso de gatitos en YouTube, le estás diciendo “no” a alcanzar otras metas a largo plazo que son importantes para ti.
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3 Estrategias para liberar tiempo
Nada va a cambiar si no haces ningún cambio (valga la redundancia). Aquí te paso algunas estrategias que te pueden ayudar a liberar más tiempo:
1) Elimina el consumo de medios
Elimina todos los medios incluyendo redes sociales, televisión, videos en línea, revistas, catálogos, podcasts, noticias y cualquier otra fuente de información.
Y si ya estás sintiéndote algo ansioso(a) o nervioso(a) al respecto, respira… nada va a pasar si por una semana no consumes medios. O si esto se te hace muy extremo, lo que puedes hacer es fijar periodos de tiempo o reglas como: “antes de las 11 de la mañana no tendré contactos con medios”.
Marie Forleo modera el consumo de medios bajo su mantra “Crear antes de consumir”. Esto significa que es imperativo que crees la vida y el trabajo de tus sueños antes de que inconsciente y habitualmente consumas lo que otros crean.
2) Modera la cantidad de veces que checas tu correo electrónico
Puedes usar respuestas automáticas y limitar el número de veces que revisas tu correo el día. Tres veces al día podría ser una opción.
No sientas la tentación de checar los emails inmediatamente después de levantarte o de abrirlos según vayan llegando. Si pudieras checarlo cada 2 o 3 días, pues mucho mejor. Cualquier cambio que decidas hacer sólo informa a tu familia, amigos cercanos y colegas sobre tu nueva política de correos.
La mejor forma de romper el hábito compulsivo de estar checando tu correo es crear un ambiente que te apoye. Y esto también incluye silenciar las aplicaciones de correo y remover las notificaciones visuales y de sonido.
3) Come más sano, más rápido y más barato
Para muchos de nosotros alimentarnos a nosotros mismos y a nuestra familia puede convertirse en una aspiradora de tiempo en lo que decides qué vas a comer, ir a comprarlo, luego prepararlo y lavar los trastes.
A veces, incluso se llega a sentir como otro trabajo. Y no hace falta que te diga que la comida rápida o procesada tampoco es la mejor opción porque a la larga nos cobra la factura en forma de problemas de salud como obesidad o desnutrición.
¿Entonces qué podemos hacer? Cocinar solamente dos veces a la semana y superar el hecho de que tus comidas tengan que ser un poco repetitivas o aburridas.
Encuentra de 3 a 5 recetas simples, saludables y ricas que puedas cocinar en grandes cantidades (como sopas, bowls, etc.) y establece dos veces a la semana para planear, comprar, preparar, refrigerar y limpiar la zona de cocina (por ejemplo: jueves y domingos). ¡Hay muchísimas recetas que son saludables y fáciles de preparar!
Si tuvieras que encontrar el tiempo, lo harías
Marie Forleo pone el ejemplo de que si tu doctor llamara y te dijera que tienes una rara enfermedad que amenaza tu vida y que la única forma de recuperarte es sentarte en silencio ininterrumpidamente por dos horas al día, 7 días a la semana, durante tres meses… seguramente lo harías.
Encontrarías la manera de disminuir el tiempo que pasas en redes sociales, analizarías qué tareas puedes delegar, simplificar procesos, etc. Así que haz esto mismo para que puedas liberar esas dos horas.
Excusa #2. “No tengo dinero»
Parafraseando a Tony Robbins, él dice que no se trata de los recursos que tengas disponibles en este momento, sino de qué tan dispuesto(a) estás para conseguirlos.
Por ejemplo: tú piensas que necesitas dinero para adquirir una nueva habilidad o comenzar una nueva carrera, pero esto no es necesariamente cierto. ¿Por qué? Porque con el acceso a internet puedes desarrollar virtualmente cualquier nueva habilidad, y la mayor parte de las veces, ¡completamente gratis!
El sitio web edX es un destino de aprendizaje con cursos en línea gratuitos de las mejores universidades e instituciones del mundo como Harvard, MIT, UC Berkeley, y mucho más.
Khan Academy, cuya misión es brindar educación de primera clase a cualquier persona, donde sea, aborda disciplinas como matemáticas, ciencias, programación, historia, arte y economía. Y así hay muchísimas más opciones.
O quizá quieres empezar un negocio propio. ¿Crees que necesitas fajos de dinero para lanzarlo? Pues no es así. Marie Forleo comparte esta lista con herramientas y plataformas gratuitas que pueden ayudar virtualmente a cualquier emprendedor que desee poner su negocio de inmediato.
Así que si eres determinado(a), creativo(a) y lo suficientemente persistente, hay un sinnúmero de maneras en las que puedes conseguir el financiamiento que necesitas. Vas a tener que explorar cada opción legal y ética como inversionistas, créditos, etc.
Estrategias para generar ingresos
Si lo anterior no te convenció tanto, otras ideas para generar ingresos son:
- Side-jobs o trabajos adicionales: una forma de aumentar tus ingresos es consiguiendo otro trabajo adicional que puedas realizar en un segundo plano o incluso llevar proyectos como freelancer.
- Gasta menos: no hay nada de malo en cambiarte de una casa a un departamento si eso te va a permitir destinar lo sobrante a tu negocio. O comprar menos ropa o darte menos lujos. Todo gran proyecto implica sacrificios.
- Vende cosas: puedes hacer una venta de garage a la antigüita o utilizar sitios como eBay o Mercadolibre para vender las cosas que ya no uses y estén en buen estado.
- Aplicar para una beca o apoyo gubernamental
Y la lista sigue…
Recuerda que lo que te detiene nunca es externo. Nunca. No es la falta de dinero, de tiempo o cualquier otra cosa. Es sobre tu juego interno, tu compromiso para hacer lo que sea necesario, para ser creativo, conseguir los recursos y encontrar la forma de hacer que eso suceda.
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Excusa #3. “No sé cómo hacerlo” o “No sé por dónde empezar”
Con este milagro llamado “internet” puedes aprender los fundamentos de virtualmente cualquier tema o habilidad en cuestión de minutos y generalmente de forma gratuita desde la comodidad de tu hogar.
No importa qué quieras aprender, lo más probable es que tu respuesta ya exista y se haya respondido en algún libro, blog o en otro tipo de medio.
O bien, también lo puedes aprender de otra persona mediante clases, tutorías, mentorías, etc. O incluso puedes tener tu momento de iluminación mientras meditas, escribes tu diario o tomas un relajante baño.
¿Cómo eliminar excusas? Ejercicio prácticos
El siguiente ejercicio práctico que comparte Marie Forleo en su libro “Everything is Figureoutable” te ayudará a detectar cuáles son las excusas que estás poniendo y te dará la pauta para eliminarlas. Así que ve por una pluma, papel y responde las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es una instancia donde, primeramente, creías que no tenías el tiempo, la habilidad o los recursos necesarios para hacer que algo sucediera, y a pesar de eso, lo resolviste y encontraste la manera? Enlista tantas como recuerdes. No hay ejemplo pequeño o insignificante.
- ¿Cuál es el objetivo más importante que estás listo(a) para resolver, alcanzar o descifrar?
- ¿Cuáles son las 3 excusas principales –que antes de leer este post– decías y que te detenían para alcanzar ese objetivo?
- Ahora, tacha cada una de estas excusas. Una por una ve escribiendo porque esa excusa ya no es válida seguido de lo que ahora estás dispuesto(a) a pensar, decir o hacer para eliminar esa excusa.
- Registra tu tiempo durante 1 semana. Si una de tus excusas fue que no tenías tiempo, este ejercicio de documentar el tiempo que pasas haciendo tus diversas actividades te será de gran ayuda para poder analizar y detectar qué actividades no son tan importantes y cómo puedes liberar dos horas diarias en tu agenda para destinarlas a algo que sea verdaderamente significativo para ti. Puedes hacer una tabla con las siguientes columnas: día de la semana, la hora, la actividad y notas/conclusiones.
En lo personal, te puedo decir que hice este ejercicio y me ayudó muchísimo a poder romper con mis excusas y cuando analicé mi tabla de tiempos me di cuenta que pasaba muchísimo tiempo en el celular (puedes instalar la App “Moment” en Android o activar el Tiempo en Pantalla en iOS), checando redes sociales y viendo videos en YouTube. También me ayudó a simplificar procesos y delegar tareas que otros podían hacer por mí. Y esas horas que gané ahora las dedico a actividades y metas que son más valiosas y significativas para mí. Así que realmente recomiendo este último punto.
Si te gustó este artículo te recomiendo estos otros que también están basados en libro “Everything is Figureoutable”
Recuerda que el arte de eliminar excusas significa que tus sueños no se hacen o se rompen por nadie excepto por ti.
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