¿Alguna vez te has preguntado qué es lo que distingue a los grandes genios de las demás personas?
¿Lo son porque tienen un altísimo coeficiente intelectual? ¿Porque les corre la creatividad por la sangre? ¿Porque obtenían excelentes calificaciones en la escuela?
Hace poco leí un artículo de BBC News que hablaba sobre los hábitos ocultos que encontró un profesor que imparte el “curso de genialidad” en la Universidad de Yale.
Según el profesor Craig Wright, Elon Musk, Virginia Woolf, Lady Gaga y Albert Einstein son ejemplos de genios tanto actuales como del pasado.
Wright nos explica que la genialidad no tiene que ver con el coeficiente intelectual o con buenas notas académicas. Incluso, señala que genios actuales como Bill Gates, Bob Dylan y Oprah Winfrey abandonaron sus estudios y de todas maneras alcanzaron gran reconocimiento dentro de sus respectivas áreas.
Siguiendo esta misma línea, Beethoven tenía problemas para sumar, multiplicar y dividir. Picasso ni se sabía el abecedario. Walt Disney se quedaba dormido a media clase y a Virgina Woolf ni siquiera le dieron chance de ir al colegio –a pesar de que a sus hermanos los mandaron a la Universidad Cambridge.
Pero como si fuera poco, a Darwin le iba tan mal en los estudios que su padre le dijo que era una vergüenza para la familia y Einstein se graduó de su clase de física como el cuarto en su generación –de un total de cinco estudiantes.
Ahora que nos ha quedado claro que la genialidad no depende de tener el IQ más alto ni de destacar en los estudios, veamos cómo define Wright a los genios:
«Un genio es una persona con poderes mentales extraordinarios cuyos originales trabajos o conceptos cambian a la sociedad de alguna forma significativa para bien o para mal en todas las culturas y a lo largo del tiempo.»
Incluso Wright propuso la siguiente fórmula de genialidad:
G=SxNxD.
Te la explico: la genialidad (G) es igual a qué tan significativo (S) es su impacto o cambio, multiplicado por el número (N) de personas que impacta y por su duración (D) en el tiempo.
Esto quiere decir que los mayores genios son aquellos que producen el mayor impacto en la mayor cantidad de gente y por el mayor periodo de tiempo.
Así que, para ya resolver esta incógnita de una vez por todas, aquí te presentaré los 14 rasgos de personalidad o hábitos de los genios que Wright propuso y recopiló dentro de su libro (que te super recomiendo leer) titulado: The Hidden Habits of Genius: Beyond Talent, IQ, and Grit—Unlocking the Secrets of Greatness.
1. Ética de trabajo
Los grandes genios suelen tener el hábito del trabajo y una rutina diaria que les ayuda a ahorrar tiempo y energía psicológica. No les gusta tanto que surjan cosas fuera de lo común con las que tengan que lidiar y les es más práctico ya tener cierto ritual que les sea familiar y en el que todo fluya fácilmente.
Wright también explica que están en constante contacto con fuentes de inspiración y que tienen ciertos elementos cerca que los motivan y les recuerdan a sus seres queridos, personas a las que admiran y también logros que hayan conseguido y de los que se sientan orgullosos. Estos elementos pueden ser fotografías, estatuitas, o cualquier otra cosa que aluda a la persona o al logro conseguido o que se desea alcanzar.
2. Resiliencia
Otro rasgo de la genialidad se refiere a la resiliencia, misma que se refiere a la capacidad para sobrellevar momentos adversos y poder adaptarse ante esas nuevas condiciones saliendo fortalecidos.
Si analizamos la vida de los grandes genios raramente veremos que sus vidas fueron color de rosa, es más, muchos de ellos pasaron por circunstancias difíciles y dolorosas que no los derrotaron, sino que los impulsaron a demostrar de lo que estaban hechos.
Oprah Winfrey, considerada una de las mujeres más poderosas e influyentes de la actualidad, es un gran ejemplo de superación de alguien que en un inicio tuvo una vida extremadamente difícil y abusiva, pero eso no le impidió luchar por sus ideales hasta conseguirlos.
3. Originalidad
Los genios son personas muy originales porque no concuerdan con lo que los rodea y piensan, con gran convicción, que las cosas deberían ser de otro modo.
Es por eso que muchos de los inventos, soluciones y aportes que dejan a la humanidad dan cuenta de esta capacidad de crear o inventar conceptos únicos que de ninguna forma son imitaciones o copias mejoradas de algo que ya existía.
4. Imaginación
Los genios tienen tal nivel de imaginación que son capaces de ver oportunidades donde nadie más las ve.
Tienen la imaginación como la de un niño: muy inquieta y traviesa, constantemente produciendo nuevas ideas.
5. Curiosidad insaciable
Son autodidactas. Nunca dejan de aprender, siempre están constantemente deseando saber el porqué de las cosas, averiguando e investigando. Aún cuando ya dominan cierta área de conocimiento, tienen la inquietud de seguir indagando más sobre la misma.
6. Pasión
Aquellos genios que conocemos trabajaron arduamente en sus respectivos campos pero no porque lo vieran como un deber o como una obligación, sin porque realmente les apasionaba lo que hacían y sabían que se trataba de algo más grande y poderoso que ellos mismos.
Aquí vemos la prueba ferviente de que la pasión te lleva lejos.
7. Falta de adaptación
A los genios no les importa encajar o embonar en la sociedad. Por algo la frase favorita de Steve Jobs –hoy el slogan de Apple– es “Think different” (Piensa diferente).
Saben que causarán controversia y serán muy criticados, pero esto no es algo realmente les preocupe dado que están tan convencidos de que su visión del mundo es la correcta, que están dispuestos a perseverar a pesar de toda la negatividad y objeciones con las que se toparán.
8. Rebeldía
Los genios son rebeldes en el sentido de que no están de acuerdo con la manera en la que funcionan ciertas cosas o piensan que el resto de las personas se equivoca y que ellos poseen la mejor solución.
Como lo explica el autor, los genios piensan fuera de la caja. Lo que haría una persona normal exitosa sería jugar bien dentro de esa misma caja y aprender las reglas del juego para que la caja funcionen a su favor. En cambio, los genios cambian por completo las reglas del juego.
Un ejemplo de esto fue el invento de la bombilla de Thomas Alva Edison. Él no se enfocó en cómo hacer velas que alumbraran más y mejor, sino que cambió totalmente las reglas de juego intentando algo completamente diferente, fuera de la caja, que ni siquiera había sido visualizado o concebido previamente.
9. Pensamiento que atraviesa fronteras
Contrario a lo que muchos creíamos, los genios no solo se obsesionaron y se super mega enfocaron en una disciplina. ¡Sabían de muchas más áreas de conocimiento!
Albert Einstein es un ejemplo que cita el autor para demostrar que este genio de la física no sólo se preparó en cuestiones de esta ciencia, sino también psicología, filosofía y música (¡era violinista!). De igual forma, Mozart no sólo sabía de música, también de matemáticas, hablaba 5 idiomas, bailaba y además citan las referencias que era muy simpático.
Leonardo da Vinci es otro ejemplo de lo anterior pues no sólo fue un destacado pintor, también estudiaba sobre medicina, zoología, geología y otras disciplinas dejando aportes sorprendentes en éstas.
Es precisamente este conocimiento sobre múltiples disciplinas lo que les permite tener una visión más amplia y poder conectar puntos de maneras asombrosas.
10. Acción contraria o pensamiento opuesto
Los genios no están muy interesados en complementar o mejorar algo, como ya lo hemos mencionado, muchas veces su intervención es totalmente contraria u opuesta a lo que establece la sociedad, como cuando Galileo Galilei vino a decir que la tierra no era plana como todo el mundo creía en este entonces, sino que era redonda.
Los genios rompen esquemas y paradigmas.
11. Preparación
Los genios no se fían de su genialidad y le dejan el resto a la suerte… No señor. Dedican gran parte de su tiempo a seguirse preparando en sus respectivos ámbitos; estudiando, investigando e indagando constantemente.
12. Obsesión
Los grandes genios llegan a obsesionarse tanto con su objetivo y en el potencial que éste tiene para cambiar el mundo, que muchos llegan a ser hasta obstinados y destructivos con los que los rodean. Aunque, claro, no todos.
Lo que sucede es que, así como son de exigentes y demandantes consigo mismos, lo terminan siendo con los que lo rodean. Entonces no es que sea tarea fácil trabajar para ellos… De hecho, ya hemos escuchado cosas similares sobre genios actuales sobre Jeff Bezos, Elon Musk o Bill Gates.
13. Relajación
Una característica muy interesante que plantea Craig en su libro es la capacidad para relajarse.
Explica que las ideas más valiosas que tienen las personas con rasgos de genialidad es que, en lugar de estresarse tratando de dar con una gran solución, saben desconectar su mente y cuando ésta se despeja de todo lo demás es cuando su creatividad les trae como regalo las ideas más brillantes.
Algunas cosas que ayudan a despejar la mente son dormir, caminar y tomar un relajante baño. Los mayores hallazgos de los genios, reitera, no son obtenidos cuando se tratan de concentrar para dar con la idea del siglo, sino cuando están en este estado de relajación. Dejan que el barco fluya y que vaya a donde los tenga que llevar.
Incluso, hasta dormidos les llegan ideas porque el cerebro y su inconsciente siguen trabajando aún en estado de reposo, ¡y lo mismo ocurre con nosotros!
Wright recomienda tener siempre a la mano un lápiz y un papel en la mesita de noche para que cuando nos pase esto no olvidemos esas ideas brillantes que asaltan nuestra mente mientras nos encontramos roncando.
14. Concentración
La concentración plena es otra cualidad indispensable de los genios. Aunque puedan saber sobre diversas disciplinas, al final del día saben en qué se enfocarán y a qué destinarán todo su conocimiento, genialidad y energía. Así que la capacidad de enfoque es clave.
Ahora que ya conoces las 14 características de los genios que propone este autor, te estarás preguntando: ¿si fomento estos hábitos en mí, me lograré convertir en un genio?
El propósito de Craig Wright no es como tal enseñarnos a convertirnos en genios de la noche a la mañana, porque según él, la realidad es que la mayoría de nosotros no vamos a transformar el mundo en la misma magnitud en la que lo han hecho estos grandes genios.
Sin embargo, la parte ventajosa de conocer los rasgos de personalidad más característicos de los genios es entender sobre lo que éstos hicieron para que pensemos en todos los ámbitos de nuestra vida en los que podríamos mejorar poniéndole esos toquecitos de genialidad.
El mensaje central de Craig Wright es que nosotros debemos pensar cómo queremos vivir y ajustar nuestras vidas en función de eso.
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