La paciencia es una virtud subestimada que ha sido pasada a segundo plano como resultado del mundo tan acelerado y evolucionado en el que vivimos. En este artículo veremos qué es la paciencia y por qué es una de las mejores virtudes que puedes fomentar en ti.
¿Qué es la paciencia?
La paciencia es la capacidad para aceptar y tolerar dificultades, problemas o atrasos con fortaleza, calma y enfoque. En otras palabras, es la cualidad de permanecer ecuánimes ante cualquier provocación, molestia o dolor sin quejarse o irritarse.
Ser paciente implica no sólo saber tolerar o esperar, sino también perseverar aún cuando las cosas no salgan como esperábamos.
“La paciencia no es simplemente la habilidad de esperar, sino la habilidad de mantener una buena actitud mientras se espera.” –Joyce Meyer
Es la templanza que se mantiene a pesar de que las cosas se compliquen o lleven más tiempo de lo esperado. Dicho esto, la paciencia se podría considerar como una forma de autocontrol.
Saber esperar ha sido reemplazado por la inmediatez de un mundo cada vez más demandante y tecnológico, pero resulta ser que en muchos aspectos seguimos siendo los mismos que antes y no podemos incrementar las revoluciones de un día para otro porque hay procesos que siempre exigirán su debido tiempo y en los que no existen atajos.
El único atajo para el éxito –y no es un atajo– es la perseverancia. Y ésta requiere, sí o sí, de paciencia.
Frecuentemente, nos hacemos creer que, si algo no se da fácil o rápido, no es por ahí… O nos preguntamos qué andará mal con nosotros mismos. Pero no somos nosotros quienes vamos lento, es la sociedad actual la que nos hace creer que todo debe darse rápido y sin complicaciones.
Olvidamos que las cosas que realmente valen la pena JAMÁS se consiguen fácil. Jamás.
“La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces.” –Jean-Jacques Rousseau
Importancia de la paciencia
Las grandes recompensas serán para quienes tengan paciencia y sepan caerse y levantarse, una y otra vez. Para los que estén conscientes que no verán resultados hasta que se den ciertas condiciones que llevan su debido tiempo…
Estar luchando constantemente por cumplir una meta u objetivo sin recibir ningún aplauso o reconocimiento, es algo que sabe hace hacer la gente paciente. Como dicen por ahí, quien persevera, alcanza. Así que la paciencia nos ayuda a cumplir nuestros objetivos al mantenernos con un enfoque a largo plazo.
De acuerdo con Entrepreneur, la paciencia incrementa radicalmente nuestra capacidad para alcanzar el éxito al ayudarnos a aislar la frustración, misma que generalmente nos lleva a abandonar el proceso. Además, nos ayuda a pensar de forma más positiva y a tomar mejores decisiones; ya que nos volvemos más racionales y menos emocionales.
“Un momento de paciencia en un momento de enojo nos salva cien momentos de remordimiento.” –Ali Ibn Talib
Un proverbio sudanés dice que si logras cultivar la paciencia tendrás la llave para resolver todos los problemas porque la persona paciente no deja que el problema lo domine, ésta domina al problema.
Un estudio realizado por los profesores Sarah A. Schnitker y Robert Emmons reveló que la gente paciente tiende a experimentar menos depresión y emociones negativas –quizá porque saben manejar mejor situaciones estresantes o molestas.
Otro estudio encontró que la gente que es impaciente y que se irrita fácilmente tiende a tener más problemas de salud y malos hábitos de sueño. Con base en lo anterior, es válido suponer que la paciencia, al reducir el estrés del día a día, también puede ayudar a prevenir los efectos negativos que este mal cotidiano tiene sobre nuestra salud.
Para la mente, la paciencia también es un gran regalo al permitir controlar emociones y sentimientos negativos como el enojo, la frustración y la impotencia. En otras palabras, ser paciente te permitirá traerle paz a tu vida y dejar ciertas preocupaciones sin sentido detrás.
Pero como si fuera poco, las personas pacientes también son percibidas como mejores amigos y vecinos porque la paciencia se vuelve una forma de cordialidad, pues las personas pacientes no se irritan fácilmente con los demás y esto las hace más empáticas, equitativas y compasivas.
Seguramente ya te ha pasado que cuando estás con una persona que se altera hasta por las cosas más insignificantes, te contagia de esa mala vibra y lo único que quieres hacer es aprovechar la primera oportunidad que veas para huir. Ciertamente, nadie quiere tener un amigo que se enoje por todo, ¿verdad?
En resumen, aprender a ser paciente puede ser difícil, pero una vez que lo logres te darás cuenta que la vida es fácil, porque quien domina la paciencia, domina todo lo demás.
Estimulemos más esta virtud en nosotros mismos y en nuestros proyectos de vida y, poco a poco, iremos construyendo la vida que anhelamos vivir 🤍.