No te compares con nadie: ¿Por que es malo compararse con los demás?

Bill Gates una vez dijo: «No te compares con nadie en este mundo. Si lo haces, te estás insultando.» Theodore Roosevelt decía que la comparación era la ladrona de la felicidad. «La comparación es un acto de violencia», dijo también la oradora, abogada y maestra espiritual estadounidense, Iyanla Vanzant.

¿Pero por qué es tan malo compararse con los demás?

En este post voy a recopilar 3 razones que te ayudarán a entender por qué no es válido compararte con otros y cómo puedes evitar que la comparación te haga daño. Pero primero, me gustaría abordar este tema desde sus orígenes en la psicología.

La Teoría de la Comparación Social

La Teoría de la Comparación Social fue una de las primeras teorías que explica nuestra tendencia innata a comprarnos con los demás.

Fue propuesta en 1954 por el psicólogo Leon Festinger y propone que todos tenemos un impulso innato autoevaluarnos y la forma en la que evaluamos nuestras opiniones, capacidades y habilidades es a través de la comparación con los demás.

Esto quiere decir que cuando buscamos formar un juicio «válido» sobre nosotros mismos o saber dónde estamos parados, lo que hacemos es una especie de benchmark comparativo para reducir la incertidumbre y autodefinirnos.

Como lo explica esta teoría, nos comparamos incluso desde las etapas más tempranas. Tan sólo recuerda cuando ibas a la escuela: que si Fulanito sacó mejores notas, que si Menganita es más popular, que si tal cuate es mejor en cierto deporte, etc. O incluso con los vecinos: «su casa es más grande que la mía», «su auto es más moderno que el mío», «su familia es más unida que la mía».

¡Vaya! Nos comparamos hasta con nuestros mejores amigos: que si son más atractivos físicamente, que si tienen más pegue, que si son más extrovertidos, etc.

Compararnos está en nuestra naturaleza y ahora con el auge de las redes sociales esto se ha acentuado todavía más porque nos pintan esa vida perfecta, la pareja perfecta y el cuerpo perfecto haciéndonos sentir mal con nuestra realidad.

Pero recuerda que las redes sociales solo muestran una realidad a medias, pues nadie publica cuando por ejemplo se les quema la quesadilla en el sartén, cuando chocan el auto, cuando cortan con la novia, etc.

Tipos de comparación

Podemos comenzar con 2 tipos de comparación social:

1. La comparación social descendente

La comparación descendente es la que hacen las personas cuando se comparan con los que «están debajo» de ellos o que consideran que son «peores».

Este tipo de comparación se hace cuando buscamos sentirnos mejor con nosotros mismos o con nuestra situación personal, pues quizá no seamos los mejores en algo, pero por lo menos no somos los peores…

Cuando se lleva a un extremo puede caer en un exceso de confianza, arrogancia y prepotencia.

2. La comparación social ascendente

Y por otro lado, tenemos la comparación ascendente en la que nos comparamos hacia arriba, tomano como referencia a personas que creemos que son mejores que nosotros en algún aspecto, y esto puede llegar a afectar la autoestima.

En lo personal, me he dado cuenta es que este tipo comparación puede desembocar en dos caminos:

  1. Camino de la comparación como fuente de frustración
  2. Camino de la comparación como fuente de inspiración

A. Camino de la comparación como fuente de frustración

El camino de la comparación como fuente de frustración es cuando al compararnos con otros nos sentimos inferiores porque lo vemos todo desde una perspectiva de carencia: enfocándonos en lo que no tenemos, en lo que nos falta y en lo que no somos. Y esto, evidentemente, genera problemas de baja autoestima y depresión.

Son personas que abandonan sus sueños por verlos demasiado lejanos.

B. Camino de la comparación como fuente de inspiración

Por otro lado, el camino de la comparación como fuente de inspiración es cuando admiramos y aprendemos de las personas que consideramos mejores que nosotros.

Pero en vez de frustrarnos, nos inspiramos porque nos hacen darnos cuenta de lo que puede ser posible para nosotros si estamos dispuestos a poner el mismo esfuerzo, trabajo y dedicación que la otra persona para llegar ahí. Se vuelven, literalmente, en ejemplos a seguir,

El problema es que la gran mayoría de las veces, lamentablemente, tomamos el camino de la comparación como fuente de frustración. Así que te voy a compartir 3 razones por las que compararte con otros es simplemente ABSURDO, o como lo dijo Bill Gates, un INSULTO.

3 Razones por las que es malo compararse con los demás

1. Porque no estás en igualdad de circunstancias

Si nos ponemos a pensarlo, compararse en su esencia es ABSURDO. ¿Por qué? Porque medir tu progreso con la regla de otra persona es igual de absurdo que medir tu etapa 1 con la etapa 10 de alguien más.

Cada uno de nosotros es diferente al otro y además, nuestro contexto de vida también lo es. Así que, como diría esa frase tan popular, «comparamos peras con manzanas» sin darnos cuenta.

Y a esto hay que agregarle que cuando nos comparamos, solo vemos la punta del iceberg como lo refleja el siguiente dibujo, pero no nos ponemos a pensar en todo lo que hay debajo y lo que pasó la otra persona para llegar ahí.

Y es precisamente esta visión limitada la que nos hace sentir que estamos muy lejos de lo que ha logrado el otro y que somos inferiores, cuando en realidad la pregunta que deberíamos hacernos es:

¿Estamos dispuestos a pagar el mismo precio para llegar ahí?

O viéndolo de otra manera, cuáles son esos escalones que te separan de la persona con la que te estás comparando:

Si hiciéramos este ejercicio, dejaríamos de ver a la otra persona como alguien superior a nosotros y la veríamos más bien como un modelo a seguir al darnos cuenta que nosotros también podemos llegar ahí poniendo el mismo trabajo, esfuerzo y dedicación.

2. Porque ser tú mismo es tu verdadero poder

Es curioso; cuando compramos algo, siempre valoramos más un ORIGINAL que la copia, ¿cierto?

Pero cuando se refiere a nosotros mismos, ¿por qué buscamos ser la copia de alguien más cuando nuestro verdadero DON está en ser únicos e irrepetibles?

¿Por qué optamos por encajar y embonar cuando estamos hechos para RESALTAR?

¿Para qué quieres ser como alguien más si precisamente lo que te hace diferente a los demás es lo que te hace ESPECIAL?

Pienso que si de verdad valoráramos nuestra unicidad, dejaríamos de estarnos comparando con otros.

Jamás lo olvides: Nadie es como tú y ese es tu poder.

«Cuando entiendas que eres único e inigualable, entenderás que no hay comparación.»

Querer ser la copia de otro es aceptar vivir bajo sus sombras… Pero tú y yo estamos hechos para más ;D

No te guíes por lo que aparentan los demás porque no todo lo que brilla es oro…

3. Porque es un golpe a tu autoestima

La comparación a menudo surge de una carencia, es decir, de algo que no tenemos, que no hemos conseguido o que todavía no somos. ¿Y qué es lo que hacemos? Pues voltear a ver a alguien que sí lo tenga.

Esta clase de comparación lo único que hace es gritarnos al oído: «¡No eres lo suficiente!» Y esto claramente es como un golpe a nuestra autoestima.

Pero lo peor de todo, es que suele convertirse en un círculo vicioso porque supongamos que consigues lo que logró la persona con la que te comparabas. ¿Crees que ahora serás feliz? Pues no, porque irónicamente, estamos programados para seguir viendo hacia arriba, de nuevo sintiéndonos inferiores y buscando un nuevo punto de comparación aún más alto…

Y en línea con lo anterior, lo más curioso de todo es que las personas contra la que nos comparamos, a su vez, se están comprando con alguien más.

La siguiente fábula escenifica perfectamente el círculo vicioso de infelicidad en el que caemos cuando nos comparamos con los demás (espero que te guste porque le eché muchas ganas a este video jaja).

¿Cómo dejar de compararse con los demás?

Ahora seguramente te estarás preguntando cuál puede ser el antídoto para que no te compares con nadie. Pienso que las siguientes 3 soluciones te funcionarán muy bien:

1. Practica la gratitud

Como ya lo vimos, la comparación muchas veces nace de una carencia, así que el mejor antídoto es la gratitud, pues cuando somos agradecidos nos enfocamos en lo que tenemos en lugar de lo que nos falta; pasando de un estado de escasez a uno de plenitud.

Contrario a lo que pensarías, las personas agradecidas no necesariamente lo son porque tienen una vida color de rosa o porque todo sale a su favor. No, eso es un mito.

Las personas agradecidas, más bien, son personas que DECIDEN enfocarse en lo bueno: valoran, aprecian y agradecen todas las bendiciones que hay en su vida (y la ley de la atracción les termina dando más de lo mismo).

Velo como si tu vida fuera una galería.

Puedes decidir enfocarte en lo TODO lo que te falta –llamémosle el cuadro de la sequía de tu vida–, o bien, puedes apreciar todas las cosas buenas que has vivido.

Todo depende de la historia que te quieras contar y del papel que quieras protagonizar: héroe o víctima.

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El personaje del cuervo del video anterior sobre compararse con otros es el ejemplo perfecto de como éste se compara con otras aves enfocándose en lo que no tiene y perdiendo de vista su mayor tesoro: su libertad.

Antes de pasar al siguiente punto, me gustaría agregar que no hay que confundir la gratitud con el conformismo. Tengo una frase personal que me ayuda a tener esto en mente que dice:

Agradecida con lo que tengo, mientras consigo lo que anhelo.

Ser agradecido(a) no significa conformarte con lo que tienes y dejar de luchar por lo que quieres, significa que valoras lo que tienes pero que sabes que estás hecho(a) para más.

Te comparto el siguiente Reto del Frasco de la Felicidad que, además de ser divertido, a mí me ha ayudado a ser más agradecida:

2. Compárate contra ti mismo

La mejor comparación es contra la persona que fuiste ayer.

Compararte contra ti mismo se traduce en mejora continua y es la mejor forma de impulsar tu crecimiento personal.

Sigue tu propio camino y escribe tu propia historia sin compararla con la de alguien más.

«Solo hay una cosa en la que eres MEJOR que todos los demás: SER TÚ MISMO. Este es el único juego que realmente puedes GANAR. «

Un ejercicio de mejora continua que me gusta hacer es, antes de irme a dormir, escribir de 1 a 3 cosas que hice en el día y que me acerquen a la persona en la que me quiero convertir y a la vida que quiero vivir.

Este ejercicio, por más simple que parezca, me ha ayudado a vivir una vida con intención en la que cada acción contribuye al cumplimiento de mis sueños y en la que cada día es un escalón para acercarme a éstos.

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Recuerda:

«No se trata de compararte con otros, sino de superarte a ti mismo. –Mayneza

3. Hacerlo consciente

Como ya lo hemos mencionado, compararnos está en nuestra naturaleza. No es algo que se deja de hacer de un día para otro. Yo, sin así quererlo, me sigo cachando comparándome con otros; pero lo hago consciente y me hago las siguientes preguntas que me ayudan a verlo desde la mejor perspectiva:

  • ¿Esta comparación me inspira o me frustra? Busco primero entender cómo me hace sentir.
  • ¿Qué puedo aprender de la otra persona con la que me comparo? Busco descifrar cuáles son los escalones que me separan de donde estoy a donde está la otra persona y me pregunto si estoy dispuesta a pagar el precio.
  • ¿Cómo puedo enriquecer mi persona con las cualidades que admiro del otro?

Frases para que no compararse con nadie

Estas frases sobre la comparación dicen más que mil palabras:

  • «No compares tu vida con la de otros, no hay comparación entre el sol y la luna. Ambos brillan cuando es su momento» –Anónimo
  • «Todos escontrarían su propia vida mucho más interesante si dejaran de compararla con la de alguien más.» –Herny Ford
  • «Sé seguro de ti mismo. Perdemos muchos días comparándonos con otros y deseando ser alguien que no somos. Todo el mundo tiene sus propias fortalezas y debilidades, y sólo cuando aceptes todo lo que eres y todo lo que no eres, tendrás éxito en la vida.» –Ritu Ghatourey
  • «Quédate en tu carril. La comparación mata la creatividad y la alegría.» –Brené Brown
  • «Si no hay comparación, no hay envidia». –Francis Bacon
  • «Tu historia es tan única y diferente que no merece si quiera compararse con la de otros.» –Anónimo
  • «No te compares con otros. Hay un solo y esa es tu fortaleza.» –Anónimo
  • «Una flor no piensa en competir con la flor que tiene a un lado, simplemente florece.» –Zen Shin
  • «No te compares contra otros. Esa es una batalla que nunca podrás ganar.» –Michelle Parsons
  • «La comparación es la ladrona de la felicidad.» –Theodore Roosevelt
  • «La razón por la que batallamos con la inseguridad es porque comparamos nuestro detrás de cámaras con la alfombra roja de alguien más». –Steven Furtick
  • «No se trata de compararte con otros, sino de superarte a ti mismo.» – Mayneza
  • «La única persona que deberías superar es la persona que fuiste ayer.» – Mayneza
  • Los éxitos o fracasos de otros no te hacen superior o inferior a ellos. –Mayneza

La Comparación: el ladrón de la felicidad

Cada minuto que pasamos deseando tener la vida de alguien más, es un minuto que perdemos de nuestra propia vida.

No dejes que la comparación robe tu felicidad. Ten la cabeza bien alta y recuerda que no eres mejor ni peor, simplemente eres tú y eso nadie lo puede superar.

Comparte este artículo con alguien especial para recordarle que merece vivir una vida libre de comparaciones.

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