Definición de ecuanimidad: ¿qué es ser una persona ecuánime?
La ecuanimidad es la virtud a través de la cual se mantiene un estado de compostura, equilibrio y estabilidad emocional ante problemas, situaciones tensas o experiencias intensas tanto buenas como malas.
La palabra “ecuanimidad” proviene del latín “équanimité”, en la que “aequus»significa “igual” y “animus” significa “mente”.
En la práctica, ser una persona ecuánime significa evitar que nos dejemos llevar por las emociones y nos ahoguemos en estados de ánimo muy intensos que nos cieguen e impidan que veamos las cosas como son y que reaccionemos con objetividad.
En el budismo, la ecuanimidad es el cimiento de la sabiduría y de la libertad; protectora de la compasión y del amor.
Sinónimos de ecuanimidad
Algunos sinónimos de ecuanimidad que nos ayudan a entender mejor este valor son:
- Imparcialidad
- Igualdad
- Justicia
- Equilibrio
- Objetividad
- Neutralidad
- Mesura
- Calma
- Compostura
- Equilibrio
- Serenidad
- Tranquilidad
Importancia de la ecuanimidad
Ser ecuánime te mantiene es un estado de compostura que no se altera dependiendo de la experiencia que vivas.
Esto es especialmente útil porque al no dejar que la emoción que te provoca determinada situación te nuble, puedes ver todo con mayor claridad, tener más control sobe la misma y actuar de la mejor forma.
Beneficios de la ecuanimidad
Ser una persona ecuánime te permitirá experimentar los siguientes beneficios:
- Mantener la calma en momento de estrés
- Salir de un estado de volatilidad emocional y ser más estable emocionalmente
- Propicia la paz interior
- Pensamiento imparcial y no influenciado por factores externos
- Actuar de forma serena y con buen juicio ante situaciones difíciles
- Tomar las mejores decisiones
- Ver las situaciones como algo ajeno y así poder ver la imagen completa
- No reaccionar de forma dramática o muy intensa
- Abrir el corazón para ofrecer amor, caridad y compasión a los demás
- Desarrollar una mejor comprensión y visión de todas las cosas, situaciones y personas que nos rodean
Así que ya sabes, si deseas más balance y armonía en tu vida, la ecuanimidad es el camino 😉
¿Cómo practicar la ecuanimidad?
Como cualquier virtud o valor, la ecuanimidad se puede fomentar y practicar hasta que quede arraigada a nuestra forma de reaccionar ante las situaciones que se nos presentan en la vida.
Para preparar un terreno fértil para que surja la ecuanimidad, debemos tratar de cultivar una actitud de desapego ante las cosas, personas y circunstancias que vivimos. De esta forma, puedes separarte y mantener un estado de serenidad en donde tus emociones no dicten tu forma de proceder.
Cuando nuestra actitud depende de lo que nos pasa, nuestro comportamiento, tanto con nosotros mismos como con los demás, se vuelve extremadamente volátil y cambiante.
“Nada debe turbar la ecuanimidad del ánimo: hasta nuestra pasión, hasta nuestros arrebatos deben ser medidos y ponderados”. – Francisco Ayala
Esto quiere decir que si te pasan cosas buenas, entonces estarás muy exaltado(a), y si te pasan cosas malas, te hundes en el coraje o la tristeza de la situación. Ambos estados: tanto los de inmensa exaltación y felicidad, como los de extrema frustración o desconcierto, evitan que puedas ver las cosas con claridad e imparcialidad.
Así que es importante que primero observes cómo reaccionas ante las cosas que te suceden y si te estás dejando llevar por el sentimiento.
«Desear que todo salga como lo planeas es tu ideal. Conservar la calma y la ecuanimidad cuando no es así, es tu reto.»
Una persona ecuánime sabe que la vida tienes altas y bajas, pero no deja que eso dicte su forma de pensar y actuar. Lo ve como parte del viaje y como algo que tiene una razón de ser.
“Aún una vida feliz no es factible sin una medida de oscuridad, y la palabra felicidad perdería su sentido si no estuviera balanceada con la tristeza. Es mucho mejor tomar las cosas como vienen, con paciencia y ecuanimidad”. –Carl Gustav Jung
Alguien que sea ecuánime siempre tendrá una actitud de balance y aceptación de las cosas como son.
Otra forma de fomentar la ecuanimidad es saber que las cosas no durarán para siempre, lo cual va muy de la mano con este concepto de desapego.
De esta forma, cuando algo material o personal se pierde o deja de ser lo mismo, nuestra actitud será más de aceptación que de coraje o tristeza. Tratar de ser menos posesivos con las cosas y aprender a dejar ir ayudarña mucho.
«No lamentes lo que no tienes ni menosprecies lo que tienes. Así lograrás la ecuanimidad de conciencia, y desde allí, comenzará tu búsqueda sincera.»
Llevarte con personas que tengan una actitud equilibrada ante las cosas también es de gran ayuda, ya que cuando contrariamente te rodeas de personas que son muy dramáticas o que se alteran fácilmente, es muy difícil mantener el equilibrio y propiciar la virtud de la ecuanimidad.
Finalmente, la práctica del Mindfullness es también muy efectiva para cultivar la ecuanimidad.
Deja que todo fluya y que nada influya
Ecuanimidad, de forma resumida, es dejar que todo fluya y que nada influya en tu estado de ánimo.
Recuerda que quien tiene el control de tu vida eres tú y que sólo tú decides cómo reaccionar ante las cosas que ocurren a tu alrededor.
Una actitud ecuánime realmente contribuye a que veamos las cosas desde una mejor perspectiva.
Espero que este artículo te haya servido para dejar más claro qué es esta virtud que se está poniendo de moda para el 2021.
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