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¿Te consideras una persona realista?
Aunque no lo creas, esto te puede estar impidiendo crecer…
Nos encontramos ante la disyuntiva:
¿Ser o no ser realista?
Analicemos las dos partes.
1) Ser realista es bueno
Aquellos que consideran que ser realista es algo bueno, tienen en parte algo de razón. Y digo “en parte” porque es válido el argumento de que ciertos aspectos o circunstancias que anhelan aquellos a los que llamamos soñadores u optimistas, simplemente nunca podrán hacerse realidad por razones sobrehumanas, y muchas veces este tipo de personas termina frustrándose y sintiéndose desanimadas…
Pero considero que se trata más bien de una cuestión de diferenciar entre ser visionario y ser irracional.
No basta con soñar en grande si no estás dispuesto@ a trabajar en la misma medida.
Y si te pones a pensarlo, incluso situaciones que consideraríamos «irracionales» o «imposibles», ya se han conseguido.
Imagínate la cara de what que le hicieron a los inventores de la televisión –como Paul Nipkow y John Logie Baird– cuando decían: “voy a crear una caja que muestre imágenes en movimiento y entretenga a la gente”.
¿Eso era algo realista para sus tiempos? ¡Por supuesto que no! Ni siquiera había algo parecido. ¿Fue posible? ¡Claro que fue posible!
O los Hermanos Wright, inventores del primer vuelo a motor que evolucionó en lo que hoy propiamente conocemos como un avión. Imagínate cuando le decían a la gente que estaban trabajando en algo que sería algo así como un pájaro con alas, pero gigante, ¡enorme! Y que dentro de esa cosa podrían subirse muchas personas, e incluso una de ellas podría dirigirlo.
Probablemente la gente de su época diría, nombre estos sí qué se fumaron…
¿Era esto realista para sus tiempos? Una vez más… ¡no, en lo absoluto! ¿Lo consiguieron? Sí.
Y ejemplos como estos hay miles.
Tienes que siempre recordar esto:
«Los grandes genios de la humanidad NO fueron realistas; sino visionarios.»
¿Tú qué quieres ser?
Entonces aquí es cuando viene la otra parte de la moneda: aquellos que consideran que es malo ser una persona realista.
2) Ser realista es malo
Hay quienes piensan que ser una persona realista equivale a ser una persona conformista que no se atreve a salir de su zona de confort bajo el pretexto de que cierta meta, objetivo o sueño no es realista.
Las personas realistas se limitan a lo que es posible, sin retar lo imposible, sin cuestionar los estándares.
Y la verdad es que, si te pones a pensarlo, esto es triste. Es triste cuando estamos destinados para más pero nos enfrascamos en lo que es y no en lo que puede llegar a ser.
Cuando rebasas la línea de lo realista y te exiges objetivos retadores, te forzarás a salir de tu zona de confort y a ser creativo. ¡A pensar fuera de la caja! A decir: “Esto usualmente se logra así, pero mi objetivo está fuera de lo realista, entonces tengo que pensar diferente, tengo que innovar, y tengo que encontrar la manera”.
Y aquí es cuando le abrimos la puerta al ingenio, cuando realmente explotamos todo el potencial que llevamos dentro, cuando desafiamos nuestras debilidades y las convertimos en fortalezas.
Una vez más:
«Los ganadores NO han sido, ni son, ni serán realistas.»
El realismo muchas veces no es más que un pesimismo socialmente aceptado.
«El realismo muchas veces no es más que un pesimismo socialmente aceptado.»
Y ahora entendemos el porqué…
Si tienes un gran sueño que ves algo lejano, no necesitas saber exactamente cómo se verá cada etapa del proceso para alcanzarlo, con que sepas el siguiente paso. Porque un escalón, lleva al otro. Y tarde o temprano la cima estará frente a ti.
Rodéate de gigantes que te exijan crecer a su nivel, no de enanos que te hagan rebajarte.
«Atrévete a soñar en grande, porque quien sueña en grande, logra en grande. Cuando sueñas en grande, tus problemas se vuelven pequeños.»
Y cuando los pesimistas te digan que eres “demasiado optimista”, tú diles: “No hay nada de malo en alejarme de lo que ES, y atreverme a luchar por lo que puede LLEGAR A SER.”
No lo vas a lograr a la primera, te puede llevar cientos de intentos, pero el fracaso bien canalizado es el único camino al éxito. El único. Es, indudablemente, la mejor escuela.
Thomas Alva Edison, inventor de la bombilla, decía:
“No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer un foco.” –Thomas Alva Edison
Y una vez más, imagínate a Edison diciéndole a sus conocidos: “No miren pero que voy a inventar una cosa que ilumine los espacios cuando queramos. Es redonda y como del tamaño de mi puño, pero verán que dará 10 veces más luz que una vela y durará muchísimo más.”
Probablemente le diríamos: “Nombre pues échale ganas a tu bombita esa, ¿eh? ¿Por qué no mejor haces una vela gigante? ¡Eso es más realista! Has fallado más de 100 veces, ¿no has pensado que quizás tu idea, simplemente, no es realista?”
¿Y lo logró?, ¿logró inventar la bombilla? Pero, ¡claro que lo hizo!
El potencial humano puede llegar a lugares sorprendentes si se le permite, si se le da rienda suelta, y no se le limita diciéndole que tiene que ser realista.
¿Ves lo que pasa cuando desafías los estándares y conviertes tus errores en la principal fuente de aprendizaje?
Ahora quiero preguntarte: ¿Eres de los que se conforma con lo que puede o con lo que quiere?
No te cortes las alas.
¿Ser o no ser una persona realista?
No. No es bueno ser una persona realista cuando lo usas como una excusa para no retarte ni avanzar hacia la mejor versión de ti mismo y hacia la vida que anhelas vivir.
Pero tampoco hay que irnos al extremo de buscar cosas sobrehumanas o plantearnos grandes retos sin estar dispuestos a luchar en la misma medida.
Recuerda que la decisión de crecer y crear la vida que quieres es solo tuya.
¡Estamos en este viaje juntos!
Ayúdame a compartir este mensaje para que tus conocidos no se limiten a lo que es y construyan lo que siempre han soñado.
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